martes, 2 de agosto de 2011

OPINIÓN. LA BUENA EDUCACIÓN COFRADE

La buena educación en nuestra sociedad se esta convirtiendo en una quimera. Los valores cívicos que se entienden de antemano que debe tener una persona, ultimamente escasean no en su totalidad, pero si en una gran parte. Esta falta de civismo es más acentuada en los jóvenes. Este colectivo tiene que ser preparado, limado y a veces aconsejados; porque de ellos depende nuestro futuro; vive día a día marcado por el deseo de divertirse cueste lo que cueste y en ocasiones obviando por completo la formación, la educación y el respeto hacia los demás.


Como sucede en todos los ámbitos, esto no es generalizado pero si estoy hablando de una gran mayoría. La pérdida de valores ya no es una suposición, es un hecho. Quizás podemos encontrar el origen de este problema en la educación recibida, por esa razón tampoco podemos olvidarnos de los adultos e incluso de los ancianos, porque los valores, el respeto y el civismo deben de existir desde que tenemos uso de razón hasta que Dios nos llame a responder delante de El.


Al igual que en la sociedad también ocurre en ocasiones este fenómeno en todo lo que caracteriza a nuestra Semana Santa y en nuestras hermandades, porque nuestras cofradías están inmersas en la sociedad y desde hace siglos van avanzando juntas, eso es indudable. Prueba de ello es que estas corporaciones centenarias persisten porque han sabido adaptarse a los numerosos cambios que han acontecido a lo largo de los siglos, pero manteniendo su sello de distinción y su toque añejo que tanto las caracterizan.

En la Semana Santa se pone aun más de manifiesto este problema en algunos de los casos que ha continuación expongo. Nosotros que presumimos de ser fieles seguidores de Cristo, a veces no actuamos como tal y nuestros actos y actitudes no suelen ser en la mayoría de las veces los más ejemplares. Disparidad de criterios en el seno de las hermandades que se llevan en algunos casos a la opinión pública como si fuera un mero debate televisivo, en el que el consenso no se contempla como alternativa o posible solución, porque premia más el ego personal que se traduce en el peor de los egoísmos posibles, sabiendo de antemano que la única víctima de todo es la corporación en concreto y su imagen pública.


No solo podemos referirnos a las hermandades en sí, también encontramos asuntos similares en todo lo que conlleva la Semana Santa, bandas de música, el mundo del costal,etc...; y en ocasiones olvidando por completo la devoción y el fervor por la Imagen Sagrada, son algunos de los ejemplos de la falta de conocimiento y de respeto que se vive día a día en el "mundo" de nuestra semana mayor.

Por supuesto que con lo argumentado anteriormente no puedo generalizar, ni tampoco olvidar la gran labor que realizan las corporaciones y agrupaciones ya sean hermandades, bandas de música, cuadrillas de costaleros, etc... Pero si tenemos que hacer uso de la "buena educación cofrade" predicando con el ejemplo para que lo bueno supere con creces a lo no tan bueno. Es por lo que tenemos que formar a la nueva generación de cofrades, a la juventud, formarlos dentro de unos valores adecuados para que sepan y tengan constancia de la labor que realizan y del porqué la realizan.

Siempre he pensado que lo que nos une es más fuerte y más grande de lo que nos separa, y lo que nos une es Jesucristo, solo con sus enseñanzas podemos hacer de nuestra sociedad y nuestra Semana Santa algo mucho mejor.


Redactado por Óscar Real Romero y publicado en el Boletín Cuaresmal del año 2011.

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