domingo, 30 de diciembre de 2018

Formación. Domingo de la Sagrada Familia

DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA.

Esta fiesta, en el corazón de la Navidad, nos transporta a la intimidad de aquella Santa Familia en que nació, se desarrolló y vivió el Hijo de Dios hecho hombre. Su finalidad es evocar las virtudes domésticas que reinaban en el hogar de Nazaret: fidelidad, trabajo, honradez, obediencia, respeto mutuo, alegría auténtica..., y pedir a Dios que estas tengan vigencia también ahora en nuestras familias.

"No sabíais que Yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre". Estas son las primeras palabras de Jesús en el Evangelio. Por medio de ellas, Jesús comienza a tomar conciencia y revelar su identidad y misión. 

"No comprendieron..." anticipa las reacciones que producirá más adelante su enseñanza. Ese "no comprendieron" alcanzará su comprensión final en el misterio pascual, con la fe en la Resurrección.

Hoy contemplamos la familia de Nazaret: "Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento de su Evangelio" (Pablo VI).

¿Qué imitar de Nazaret en el siglo XXI? No tanto las formas, sino el fondo:

- el silencio para desarrollar una vida interior intensa, de recogimiento y oración personal.

- la vida familiar diaria: comunión de amor, llena de sencilla y austera belleza. Su carácter sagrado e inviolable. 
Lo fundamental e  ineludible que es su función en la sociedad.

- el trabajo, donde se aprecia su dignidad: el trabajo no dignifica al hombre, es el hombre quien dignifica el trabajo, otorgándole otros valores más nobles que lo puramente crematístico.

¡Santa Familia de Nazaret! Volver a empezar, junto con María y José, nuestra iniciación a la verdadera ciencia de la vida y a la más alta sabiduría de la verdad divina.

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