El próximo Jueves 19 de Diciembre al finalizar la Santa Misa, en horario de 19:30 h. a 20:30 h. tendrá lugar la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento, pudiendo alargar este horario en futuras convocatorias.
En un breve comentario histórico, respecto a la adoración nocturna ante el Santísimo, queremos explicar aquí el origen de la misma.
Sus precedentes lo podemos encontrar en el culto a la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, incrementado a raíz de la institución de la fiesta del Corpus Christí en el año 1.264.
La Adoración Nocturna nace en Roma, en 1.810. Fue erigida canónicamente en 1.815, elevándola el Papa León XIH a Archicofradía en 1.824. Y San Pío X le concedió en 1.906, el privilegio de agregarse, en perpetuo, a todas las Asociaciones canónicas cuyo objeto sea la adoración nocturna al Santísimo Sacramento.
Independientemente, en Francia, se creó, en 1.844 desde casa. Sin salir de su domicilio, personas piadosas se comprometen a recogerse en adoración eucarística una hora al mes durante la noche.
Pero un israelita converso le hace ver a las autoridades eclesiásticas parisinas, que no faltarían hombres dispuestos a realizar esa adoración turnándose durante la noche ante el Santísimo Sacramento. Y así, obtenida la aprobación, el 6 de Diciembre de 1.848, en la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias de París, diecinueve caballeros franceses celebraron su Primera Vigilia.
En España, desde muy antiguo, existieron Cofradías del Santísimo Sacramento agrupadas en torno a los Centros Eucarísticos. Las Cuarenta Horas se habían establecido entre nosotros a partir de 1.814.
En Noviembre de 1.877, animados por el ejemplo de la Adoración Nocturna surgida en Francia veintinueve años antes, un grupo de caballeros la fundan en Madrid quedando incorporada al Centro Eucarístico antes mencionado, agrupando exclusivamente a varones, por razones obvias. No optante van surgiendo grupos femeninos paralelos aislados, de los que hay constancia escrita desde 1.908 (Marchen, Diócesis de Sevilla).
En España, comienza a gestarse como Asociación Femenina, en el año 1925, de la mano, de Anita Adrien Mur. Mujer adelantada a su tiempo, profundamente eucarística, que ha pesar de luchar contra corriente logró la proeza de fundar en poco tiempo un gran número de Secciones, en distintas Diócesis, cuyo ejemplo de fidelidad a Jesús Sacramentado ha sido seguido, a lo largo de casi un siglo, de muchas adoradoras que con sus oraciones nocturnas fueron la semilla que, sin duda, seguirá dando frutos. La labor callada en muchas parroquias, codo con codo con otras asociaciones y movimientos de la Iglesia, es el santo y seña de la adoradora de noche, testigo de día, como laica comprometida. El grano de arena que la Iglesia tanto necesita.
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